El lipedema es una entidad médica que cursa con un acúmulo atípico de grasa estructural en algunas zonas corporales, sobre todo brazos y piernas. Cuando se asocia a un problema linfático, hablamos de un lipolinfedema.
La sintomatología del lipedema incluye: dolor, pesadez, fragilidad vascular y un aumento de volumen desproporcionado de la zona afectada (principalmente piernas.
El tratamiento de fisioterapia del lipedema está enfocado en minimizar los síntomas y evitar las complicaciones y alteraciones que pueda generar. El drenaje linfático manual (DLM) es la principal tratamiento utilizado para esta patología, ya que nos va a ayudar a mejorar la circulación linfovenosa (que se puede ver comprometida por los depósitos grasos), el aspecto de la piel y los síntomas de dolor, pesadez y piernas cansadas. Además, si se trata de un lipedema con componente líquido, el DLM también ayudará a reducir el volumen en piernas o brazos, asociando también diferentes medidas de compresión al tratamiento.
La alternativa al tratamiento conservador será la cirugía, por la que se podrá optar en casos en los que la disfunción corporal provocada sea muy evidente (como pérdida de la movilidad articular) o dependiendo del impacto estético que pueda ocasionar. Es un tratamiento invasivo que consiste en una liposucción para eliminar la grasa. No siempre es la mejor solución para todas las pacientes, hay que valorar el caso de forma global. Pese a la cirugía, el drenaje linfático manual sería necesario para su recuperación.
Tras un diagnostico de lipedema o si tenemos síntomas que pueden estar relacionados con esta entidad, hay que buscar una valoración completa por parte de un médico vascular y/o un fisioterapeuta especializado en DLM. Ellos revisarán tu caso y te ayudarán a elegir el tratamiento más adecuado para ti.
